Cafe Fortuna

La Habana se viste de bares
Como hongos que brotan con las primeras lluvias lucen los bares en La Habana. Unos cierran, otros abren... en un movimiento constante. La abundancia llama a la creatividad. Estos sitios han tenido que reinventarse... tanto que podemos encontrar decoraciones insospechadas en un sector que apenas empieza a ganar experiencia en Cuba –al menos en el ámbito privado-. Es común que en pocas cuadras usted encuentre más de 3 bares, -no es un planteamiento simple- la Cuba del 2005 se quedaría boquiabierta. Particularmente hay dos bares cercanos con el mismo nombre o muy parecido... Café Fortuna, uno cercano a la calle 24 y otro en 28, de la distinguida Playa. Cuentan que los diseños de la decoración son semejantes, es como si la idea que flotara sobre ellos hubiese salido de una misma cabeza. Solo puedo hablar del Café Fortuna de 28, que en una primera impresión su diseño me pareció “descolocador”, fuera de lo común, fuera de la cotidianidad elitista de otros bares. Te puedes sentar lo mismo que un carruaje de caballos, que en un almendrón o en una bañera. El bar recrea diferentes espacios. Nos sentamos en la bañera, al principio fue casi penoso, todos los que entraban nos miraban, había un carruaje gigante, una cama justo en frente, pero todos miraban la bañera. Sin embargo, la comodidad y el sabor cubanísimo del trago – y la compañía también, por cierto- se conjugaron para devolver una magnífica velada. Solo extrañé el trato personalizado, los dependientes trabajaban como hormigas, de un lado para otro sin parar y eso, de forma mística inspira un estado de ansiedad al lugar y a sus clientes. Allí ofrecen también comidas ligeras. La presentación de los sándwich es admirable, en cambio para el paladar no hay grandes variaciones. Pero después de algunos tragos, siempre un bocadillo viene bien. El ambiente del lugar, las personas que allí asisten, casi siempre de un espíritu bohemio le dan cierto misticismo. Sin embargo, a veces la música no se corresponde con el ambiente del lugar, si es que existe una correspondencia. Pero sí es cierto que extrañamos canciones menos “de moda”, de menos discoteca... esa es una sugerencia. ZC Padilla Editora Guía Cuba