El Partenón

Un lugar insólito
La semana pasada fui a almorzar con dos empresarios españoles de los que viajan asiduamente a La Habana para poder llevar a cabo sus ventas, sus compras, sus negocios y sus deslices. .. Me llevaron a un lugar que si no hubiera sido por ellos yo no hubiera conocido por hallarse fuera de mi “circuito”. El paladar que me ocupa se llama El Partenón y está situado en la calle 50, entre 11 y 13 (altos), en una casa de apariencia normal, de las muchas que hay en el municipio Playa, y que se nota que no ha recibido muy buen trato, ni por los sucesivos dueños ni por el paso inexorable del tiempo. Para llegar al comedor hay que subir por una escalera muy estrecha, que te da acceso al insólito comedor. Es un lugar extraño en su apariencia, sin embargo una vez te sientas y el propietario, Javier Manuel Acosta, te atiende amablemente, te sientes como en casa. Podría decirse y espero que nadie se ofenda que este espacio de lo feo que es, resulta bonito. El Partenón no tiene carta ni de alimentos ni de vino, el propietario te va cantando las especialidades del día y tú le pides consejo sobre este o aquel platillo. La verdad es que me quedé perpleja ante algunos de ellos. Mis colegas de mesa y yo seleccionamos conejo y cordero. Creo que de todo lo que pedimos lo más sabroso fue el conejo al ajillo, aunque no quiero dejar de mencionar los entrantes que fueron realmente espléndidos, entre los que se destacaron el ceviche de cangrejo y el cobo a la plancha. La inexistente carta de vinos cuenta con caldos chilenos como Casillero del Diablo y algunos españoles, pocos, la verdad, de las Bodegas Torres. El precio por comensal oscila entre 20 y 25 CUC, sin vino. Y el pero de esta semana que como en anteriores debo mencionar de forma obligatoria, se lo voy a dedicar a la estrecha escalera para trepar al comedor que como lleves tacones… lo vas a tener difícil querida amiga. a. Ángeles de Toro Jefe N. Visados Consulado de España en La Habana